jueves, 15 de febrero de 2018

Tras el pensamiento único se esconde un algoritmo... y detrás de cada algoritmo... una manada de idiotas

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El pensamiento único se esconde en el algoritmo


Cristina Monge - infoLibre
Una idea empieza a cobrar fuerza en ensayos y reflexiones: perplejidad, desconcierto, incomprensión. Tanto si se trata de describir el paisaje después de la crisis como de entender las noticias cotidianas, nos sentimos cada vez más inseguros, perplejos e incapaces de aprehender la realidad con fuerza suficiente para entenderla y explicarla. 
Hace unas semanas citaba aquí mismo el libro de Antón Costas El final del desconcierto, unos días después participaba en la presentación del número 12 de la revista Crisis con un especial sobre Desconcierto presente y futuro, y recientemente he sabido que Daniel Innerarity publicará el 21 de febrero un nuevo ensayo bajo el título Política para perplejos.  
¿A qué se debe semejante despiste? 
Podría decirse que el momento de cambio, incertidumbre y nacimiento de nuevos paradigmas en que vivimos acarrea inevitablemente esa inseguridad, y probablemente así sea, pero merece la pena ir deteniéndose en algunos de los hechos concretos que generan esta sensación. Esta semana, uno ha tomado protagonismo: el algoritmo
Es decir, un sistema de toma de decisiones resultante de cálculos automáticos en ordenadores sin más intervención humana que su programación. 
No es que sea nuevo, ni mucho menos, pero hemos visto cómo se ha convertido en el blanco de todos los que intentaban explicar el batacazo del Dow Jones y del resto de los índices bursátiles. 
Con la intención de hacer comprender ese Frankenstein en que se han convertido las Bolsas, se nos dice que, en previsión de la subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal, el algoritmo se puso a funcionar y en apenas unas horas provocó un terremoto que ha hecho cerrar la semana con una bajada en torno al 5%, la mayor caída porcentual desde 2011. 
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Pero, ¿qué fue lo que activó esta reacción del famoso algoritmo?
 Un razonamiento en cadena fundado en expectativas y especulaciones: el incremento del empleo llevaría a un mayor consumo y una subida de los tipos de interés, coincidiendo además con la incertidumbre que genera la entrada en escena de un nuevo presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. 
Así dicho, no me extraña que el fenómeno genere desconcierto y perplejidad. O sea, ¿que un incremento del empleo hundió la bolsa? 
Sin embargo, la cosa cambia cuando se empieza por explicar que hace años que aproximadamente la mitad de las operaciones bursátiles del mundo son ”operaciones a corto”realizadas por unas máquinas cuya programación se basa en comprar y vender en cuestión de nanosegundos con el único objetivo de especular en esas operaciones y obtener así beneficios sin mayor aportación a la economía real
A esto, otros analistas añaden más elementos como puede ser la previsible subida del dólar a consecuencia de la posible repatriación de 400.000 millones de dólares de las compañías estadounidenses, o el efecto de “mal de altura” que sufrió el Dow Jones tras un mes de enero en que se había revalorizado un 30%, etc… 
Y posiblemente, las causas habrá que buscarlas en todos estos elementos y alguno más que ahora se nos escapa.
Sea como sea, el algoritmo lo que hace es reflejar decisiones tomadas por humanos que apuestan por una economía especulativa alejada de cualquier anclaje en la economía real. Son los expertos los que programan el algoritmo de acuerdo a unas decisiones de marcado carácter ideológico. ¿O acaso el modelo económico por el que se opta no lo es?
Me atrevo a aventurar que el debate es de fondo y no lo resolveremos en dos días. 
De hecho, la BBC ha difundido un reportaje donde recoge “5 algoritmos que ya están tomando decisiones sobre tu vida y que quizá tú no sabías”. 
Presta atención a programas encargados de filtrar los curriculum de candidatos a un empleo, –estimando que en EEUU el 70% de las solicitudes de empleo son filtradas por un algoritmo antes de ser analizadas por un humano– en base a criterios que no son conocidos; nombra sistemas que rastrean nuestras compras en Internet como indicador para decidir si el banco debe darnos un crédito en función de lo que compramos; y alerta de que en 10 estados de EEUU los jueces utilizan para dictar sentencia un programa llamado COMPAS, un algoritmo de evaluación de riesgos que dice predecir las probabilidades de que un individuo cometa un crimen, y en el que, por cierto, alguien ha decidido que los negros tienen más probabilidades de delinquir que los blancos.
Los criterios para que un candidato sea idóneo para un puesto de trabajo, merecedor de un crédito bancario o más propenso a delinquir son variables programadas de forma opaca de acuerdo a valoraciones subjetivas de una persona humana o un grupo de ellas.
Si se quiere profundizar en el tema, Christopher Steiner en su Automate This. How algorithms took over our markets, our jobs, and the world, explora muchos de los campos en los que estos algoritmos están operando, llegando a predecir, por ejemplo, la capacidad de liderazgo de un sujeto mediante un análisis sintáctico de sus correos electrónicos. 
Y si se le quiere poner un poco de humor, aquí se describe cómo el algoritmo llevó a Tesla a incrementar su capitalización bursátil en 100 millones de dólares al no saber interpretar una broma en forma de anuncio.
Pensar que un algoritmo, en base a un número de variables codificadas puede predecir estos comportamientos de personas, de grupos humanos o de mercados mediante valoraciones neutras, objetivas e irrebatibles, no deja de ser otra forma de pensamiento mágico.  
Resulta fácil echarle la culpa al algoritmo y obviar que el bicho en cuestión obra de acuerdo a órdenes programadas por humanos con intención, ideología y opciones propias, como no podía ser de otra manera.
Más que mirar al algoritmo, podríamos empezar a sospechar que el pensamiento único ha encontrado la manera de convencernos de que lo es. O como decía aquel, “Si no creo en el Dios verdadero, cómo voy a creer en los demás”.
ATTAC Mallorca no s'identifica necessàriament amb els continguts publicats, excepte quan són signats per la pròpia organització.

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro