domingo, 17 de septiembre de 2017

¿Quién puede fabricar Latas de Atún a 0,99?

¿Quién puede fabricar latas de atún a 0,99?

¿Cómo puede una industria fabricar tres latas de atún claro en aceite de oliva, venderlas a 0,99 euros, y ser rentable? 
La respuesta a esta paradoja -denunciada esta semana en la octava edición del congreso mundial del atún en Vigo-, es sencilla: 
«Nadie en el mundo es capaz de hacerlo. Es imposible», dice rotundo Juan Alonso, director de Operaciones de Jealsa-Rianxeira. 
Ni Tailandia con sus bajos costes salariales, ni España con su eficiencia es capaz de obrar ese milagro, y menos con un pez que cotiza ya a 2.500 dólares (2.000 euros) la tonelada.
Entonces, ¿por qué se pueden encontrar en los lineales del supermercado? 
Porque la gran distribución emplea este buque insignia de la conserva como producto reclamo (como se hizo con la leche), para atraer a los consumidores a esa cadena en concreto, pues de sobra saben los supermercados que el que entra, por muy planificada que tenga su lista de la compra, siempre saldrá con ese pack de tres latas de atún claro en aceite de oliva a 0,99 euros y quién sabe cuántos productos más que no había previsto. 
El precio es uno de los retos a los que se enfrenta la conserva más demandada en el mercado. Pero no el único.

EL PRECIO

Cuentas que no dan. 
A los 0,99 euros que cuesta el lote, hay que descontarle el IVA, del 10 %, con lo que se queda en 90. 
Hay que dividir entre tres, porque son tres latas: 0,30 cada una. Si se descuenta el envase, ya se reduce a 0,25. 
No hay que olvidar el aceite de oliva y restar 0,9. 
Quedarían para el atún 0,16: 
«Ahí no pueden estar los pescadores, la flota, la mano de obra de la industria, la maquinaria...» señala Juan Alonso. 
Y lo dice el director de operaciones de una empresa que en tres años ha invertido «más que en toda la historia de la empresa» para ahorrar costes a través del aprovechamiento al máximo de la materia prima y la rebaja de los costes de transformación.

Producto reclamo

Perjudicial para la imagen del producto. 
Esa banalización que la distribución hace del producto es, a juicio de los conserveros, perjudicial para la imagen del producto y dañino para el conjunto del sector. 
Por eso en las conclusiones de esa conferencia mundial del atún, se subrayó la necesidad de «dignificar la imagen de las conservas de atún y su posicionamiento en el mercado, evitando su banalización en los lineales y posibilitando que ocupen el lugar que realmente le corresponde en la cesta del consumidor».

En la cesta de la compra

Más habitual que el jamón serrano. 
Desde luego, el atún es el rey de la conserva. Siete de cada diez consumidores aseguran comprar atún al menos una vez en 15 días, una frecuencia superior a la que se introduce en el carro el jamón serrano o los palitos de cangrejo. 
Y lo hacen «porque les gusta, es sano, fácil de consumir, de cocinar y de almacenar y porque está bien de precio», según los datos del estudio que desgranó en la cumbre del atún Xavier Cros, responsable de AECOC Shopper View, el mismo que auguró para el producto un futuro de éxito por estar entre los preferidos de los millennials y porque el mercado está en un momento de lo más receptivo para adquirir productos nuevos y novedosos que no haya adquirido antes, un caldo de cultivo para todas las innovaciones que se están realizando para atender la creciente demanda de referencias ecológicas, biológicas, artesanales o premium.

Amenazas

Veganismo, «sustainfood» y otras sensibilidades sociales. 
En el plano comercial, la creciente simpatía hacia el veganismo y el público con sensibilidades especiales son amenazas potenciales para los fabricantes de conservas de atún. 
Genma Trigueros, coordinadora de Alimentación de la OCU, llamó la atención sobre el hecho de que hay consumidores que rechazan tal o cual producto por cuestiones éticas o políticas, de ahí que en cuestión de productos pesqueros se interesen por la bandera del barco que los capturó, en qué zona se pescó o en qué país fue procesado. Es más, un 35 % de los consumidores empiezan ya a hablar de sostenibilidad. 
De hecho, desde el 2014 han crecido un 7 % aquellos que buscan sustainfood, según el último estudio de AZTI sobre tendencias en alimentación (Eatendencias). 
También se cuelan entre las amenazas los fraudes de producto que han trascendido, los falsos mitos como la elevada presencia de mercurio -habría que comer diez latas semanales para superar la cantidad recomendada- o las reticencias por temor al anisakis.

Sostenibilidad

Hacia el «impacto cero». 
Esa mayor conciencia social sobre la necesidad de explotar los recursos de forma sostenible ha provocado la proliferación de sellos, certificaciones, acreditaciones y distintivos que, en ocasiones, «no favorece el entendimiento», como expuso en el foro el director general de Calvo para Europa, Alberto Encinas. Eso, cuando no induce abiertamente a confusión. 
Pese a todo, el sector confía en la norma Aenor Atún de Pesca Responsable, que certifica la sostenibilidad medioambiental, pero también social y económica del atún que la luce, para crear valor. 
También hay que avanzar hacia la reducción de los costes de producción empleando energías limpias. 
En definitiva, ir a una producción 100 % sostenible.

Fábrica del futuro

Avances tecnológicos. 
La industria cuenta con buenos aliados en esa búsqueda de la mayor eficiencia a través del ahorro de costes. 
Inspirándose en la tecnología de la automoción, los automatismos a la hora de clasificar el pescado, identificar especies y almacenar el producto han derivado en un ahorro de costes importante. 
La irrupción de los robots, reprogramables, y otra tecnología asequible da pie a investigar su uso en todas las líneas, incluso en la del procesado, donde aún no se ha dado con la máquina capaz de sustituir a las limpiadoras. Pero ser dará, según aventuró Emilio González, de Tacore.

Observatorio

En busca del «level playing field». 
Claro que las exigencias de sostenibilidad, de responsabilidad y de calidad no se pueden exigir solo a una parte de los operadores. 
La búsqueda de un terreno de juego igualitario, el tan manido «level playing field» es un objetivo al que no renuncian los conserveros que han creado el Observatorio de la Trazabilidad para vigilar que todos cumplen la normativa. 
Es la reacción a una situación que, para el director de ese instituto, José Carlos Castro, tiene un claro responsable: 
la Comisión Europea, que con su promoción «paulatina y sin pausa» de la liberalización del mercado del atún con sus accesos preferenciales ha provocado que terceros países hayan ganado mercado en Europa. 
La industria comunitaria reclamó en la cumbre una aplicación uniforme de la normativa para frenar la lucha contra la pesca ilegal, un porcentaje mínimo de verificación de las importaciones y un control de la pesca artesanal, bajo la que en no pocas ocasiones se enmascaran capturas ilícitas.

modelos de negocio

Tremenda incertidumbre. Todos coinciden en que en el mercado de los túnicos hay una incertidumbre tremenda. 
Es más, Antonio Sánchez, director comercial de la conservera tailandesa SPA International Food Group, se atrevió a decir que «no hay nadie feliz en el mundo del atún» por la «situación extremadamente compleja» en la que se manejan. 
Pero ya hay quien se ha atrevido a sacar la bola de cristal y hacer premoniciones. Las recopiló Juan Corrales, de Garavilla, y las expuso en la conferencia. 
Según esos visionarios, en el futuro habrá cuatro modelos de negocio: el centrado en los productos básicos estandarizados, los especialistas en la elaboración de marcas blancas, los que se dediquen a atender nichos de mercado determinados, grandes o pequeños y los que se dedicarán a la venta directa, sin intermediarios. 
De este último, que harán de la web su canal, ya han surgido las primeras experiencias enFrancia. El e-commerce en conservas está en pañales, pero la alianza de Whole Food con Amazon -y otras que prepara este mismo mes el sector gallego con gigantes europeos de la venta on-line- permite perfilar un nuevo escenario en el que la conserva estará a golpe de clic.

Claves para crear valor

Inspiración, innovación y reputación. 
Las tres palabras que Luciano Pirovano, director internacional de márketing de Bolton Alimentari, dio como claves para crear valor encontraron eco entre las conclusiones de la conferencia, donde quedaron recogidas. 
Para Pirovano es preciso utilizar todas las herramientas posibles para que el producto se convierta en top of mind, ese que viene a la cabeza cuando se nombra un producto y que con solo verlo inspire y evoque al consumidor qué cocinar.

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro